Earth First!: Environmental Apocalypse

(Reseña del libro de Martha F. Lee, a cargo de George Sessions)

Nota: aquí meramente aparece nuestra presentación de la reseña. Para poder leer la reseña completa en formato pdf basta con hacer clic en el título del libro.

Presentación de la reseña del libro de Martha F. Lee Earth First!: Environmental Apocalypse

 

Más allá de la mera crítica (en gran parte acertada) del libro de Martha Lee, la reseña de Sessions puede servir como introducción general a la historia de Earth First! en particular y del ecologismo estadounidense en general. Éste es un tema poco conocido entre los españoles atraídos por las cuestiones ecológicas. Sin embargo, conocer mínimamente a grandes rasgos dicha historia puede ser importante para quienes pretendan combatir eficazmente la sociedad industrial en base a argumentos ecológicos, ya que ayuda a aclarar muchos aspectos que de otro modo la mera inclinación personal a valorar la Naturaleza como algo importante y el mero desarrollo lógico personal de dicha tendencia no pueden anticipar ni explicar fácilmente. Sentir que la Naturaleza salvaje es lo más importante es algo fundamental y puede ser suficiente para empezar a desarrollar una teoría o incluso una corriente o un movimiento, pero saber que otros ya lo han hecho, de un modo similar en muchos aspectos, puede servir para aprender de sus errores y de sus aciertos sin tener que repetir su experiencia (o al menos para complementar con ella la experiencia propia) y para evitar peligrosas ingenuidades sin necesidad de recibir escarmientos.

En este texto, Sessions, completa y corrige a su modo los ya de por sí interesantes crónica y análisis de Martha Lee. Cabe discutir muchos de los detalles de esta historia. Por ejemplo, si Earth First! llevaba desde el principio en sí misma el germen de su propia corrupción (Roselle fue uno de los cinco fundadores de Earth First!; Foreman mostró siempre una actitud excesivamente abierta, plural, tolerante e incluso a veces simpatizante hacia ciertos asuntos referentes a la justicia social; Earth First! dio públicamente desde el principio una importancia máxima al ecosabotaje, con el peligro que ello conlleva de atraer indeseables; etc.), o hasta qué punto la perspectiva de Sessions está sesgada (es cercano a la postura excesivamente moderada y conciliadora de Arne Naess) pero en lo fundamental, la cosa queda clara: tanto el libro de Martha Lee como la reseña de Sessions muestran cómo un movimiento puede arruinarse y volverse completamente ineficaz si no cuida de mantenerse fiel a su objetivo original y no guarda suficientemente las distancias respecto a otros movimientos cuyos fines sean esencialmente diferentes de los suyos. Aunque en la reseña de Sessions esta conclusión queda empañada debido a la oscura frase: “los movimientos y las organizaciones pueden, y deberían, tener diversas metas ya que, si se dedican a demasiados asuntos a la vez, los movimientos pueden exceder su capacidad y disolver su eficacia, o una meta principal (la justicia social) puede llegar a dominar y eclipsar a otra de las metas principales (la protección de la integridad ecológica).” Por un lado dice que un movimiento ha de tener varias metas y, por el otro que dedicarse a demasiadas cosas puede reducir su eficacia al exceder su capacidad e interferir unas metas en otras. En realidad, dado que tener diversas metas favorece la ineficacia y la interferencia entre metas, un movimiento que desee ser eficaz ha de tener una sola meta principal. Earth First! se arruinó precisamente por no haber sido capaz de mantenerse exclusivamente fiel a su primera meta principal: la defensa de los ecosistemas salvajes, y al principio básico que la inspiraba: el ecocentrismo, a causa de haber permitido que gente con otros valores y metas principales, como la justicia social, invadiesen y tomasen las riendas de dicho movimiento, difuminando sus principios, sus objetivos y su eficacia.