Asesinando la naturaleza salvaje

(Reseña de We, A Brave New World y 1984, a cargo de Wayland Drew)

Nota: aquí meramente aparece nuestra presentación de la reseña. Para poder leer la reseña completa en formato pdf basta con hacer clic en el título de la misma.

PRESENTACIÓN DE “ASESINANDO LA NATURALEZA SALVAJE

 

El siguiente texto, mediante una reseña de las tres principales novelas distópicas del siglo XX (Nosotros, Un mundo feliz y 1984), profundiza en los motivos “políticos” para tomar la Naturaleza salvaje como referencia y valor fundamental y para preocuparse por su desaparición. Ya sólo la originalidad del enfoque de la reseña, diferente de las típicas lecturas políticas superficiales de dichas novelas que las suelen tomar como meras críticas humanistas del “totalitarismo” (o sólo de meros ejemplos concretos del “totalitarismo”, como el nazismo o el estalinismo), hace que ésta merezca ser publicada.

La reseña es un alegato en favor de tomar la Naturaleza salvaje como referencia con la que contrastar la civilización a la hora de juzgar esta última. Básicamente lo que Drew, el autor, viene a decir es que lo Salvaje y la civilización (lo que el autor llama con no mucha fortuna “el Estado”) son incompatibles, no sólo a nivel material (la segunda se alimenta inevitablemente de la destrucción de lo primero para obtener la materia, energía y espacio que necesita), sino también a nivel filosófico: ambos representan conceptos completamente opuestos y, en buena medida, la mera existencia de la Naturaleza salvaje, pone en cuestión, descalifica y anula aquello que representa la civilización, por lo que ésta, para conseguir asegurar su perpetuación y total hegemonía, ha de eliminar completamente todo vestigio de lo Salvaje, tanto en el exterior de los seres humanos (ecosistemas, entornos naturales) como en su interior (comportamientos, mente, naturaleza humana). Y viceversa, para que exista una verdadera crítica y cuestionamiento de la civilización, tienen que existir zonas salvajes en las que poder adentrarse y tomar contacto directo con la Naturaleza autónoma.

La reseña fue escrita hace ya 50 años, por lo que en algunos aspectos superficiales, como ciertas formas de expresar algunos conceptos, está ya un tanto trasnochada. Por ejemplo, la contraposición entre razón y emoción, la equiparación exclusiva de lo instintivo con lo irracional o la consideración del sistema tecnológico como algo pura y básicamente racional, mecanicista, homogeneizante y “gris” son fórmulas simplistas y erróneas, resultado de la influencia de ciertas corrientes ideológicas, presuntamente radicales, típicas de la época en que el autor escribió la reseña (contracultura, teoría crítica, etc.). Por desgracia, lo que en su día eran ideas y formas de entender el mundo marginales y aparentemente radicales, hoy en día han pasado a su vez a ser parte del ideario dominante y a servir al sistema tecnoindustrial para ser más eficiente a la hora de crecer, perpetuarse e imponerse. Así, con el cuento de evitar esa supuesta tendencia racional, mecanicista y “totalitaria” de la sociedad tecnológica, lo que ha acabado sucediendo en realidad es que se ha aumentado la complejidad de la sociedad tecnoindustrial, y con ella la destrucción y degradación de lo Salvaje. La vida y la sociedad humanas emocionantes, diversas, “orgánicas” y coloridas, con que soñaban los hippies e izquierdistas radicales de los años 60 y 70, no han resultado ser la “revolución” y “liberación” que ellos creían, sino simplemente una forma de que todo siga “igual” o, más bien, “peor” (es decir de que el sistema se perpetúe y avance en su sometimiento de la libertad humana y de la Naturaleza en general). Eso sí, una forma más “tolerante”, diversa, igualitaria, divertida, etc. Y el autor, aunque realmente no está defendiendo las posturas de esos pseudorrevolucionarios sino más bien criticándolas, se dejó influir en cierta medida por su discurso, lenguaje y formas de expresión.

No obstante, si uno es capaz de pasar por alto esos defectos superficiales en la forma de expresión, el mensaje de fondo de la reseña es muy digno de ser tenido en cuenta.