Nota: aquí meramente aparece un fragmento inicial del texto. El texto completo puede leerse en formato pdf haciendo clic en el título del artículo. 


Las preguntas (a) ¿Puede aún el mundo “permitirse” aún zonas salvajes? y (b) ¿deberíamos tratar de usarlas “de forma sostenible”? a primera vista son simples. Las respuestas directas son  (a) sí y (b) no. Sin embargo, como indican las comillas que he añadido, son preguntas políticamente cargadas y la terminología usada es engañosa. Son hechas en el contexto de una presión poblacional humana continuamente creciente. Y son hechas en gran medida por grupos de presión a favor de industrias primarias, desde agricultores y ganaderos de pequeña escala a conglomerados multinacionales petroleros y mineros, industrias madereras y operadores turísticos. Tales grupos de interés afirman que deberíamos usar la naturaleza “de forma sostenible”. Sus argumentos son puramente políticos. Necesitamos los ecosistemas salvajes para mantener la vida. Aquí explico por qué.

Permitirse algo significa tener suficiente dinero para comprarlo. El coste monetario total de comprar todas las áreas con elevada diversidad biológica que quedan en la actualidad a los precios locales actuales se estima en 20 miles de millones de dólares al año durante diez años. Esto es menos que el gasto anual de los EE.UU. en refrescos. De modo que sí, a escala global podemos permitirnos las zonas salvajes.

Sin embargo, la mayoría de las zonas salvajes no están en venta, salvo políticamente. Son controladas por gobiernos nacionales que las protegen, las explotan o las ignoran dependiendo de cuáles sean las bases de su propio poder económico y político. Ecuador, por ejemplo, a pesar de haber tenido un pleito de 30.000 millones de dólares por los daños causados por la industria petrolera en un parque nacional, ahora quiere producir petróleo en otro parque a menos que reciba un pago internacional de muchos miles de millones de dólares. Dado que quiere el dinero por adelantado y sin condiciones, no existe una garantía real de que vaya a haber ninguna protección después.

                                                                    [Este texto es mucho más largo, para seguir leyéndolo haz clic aquí]