La máquina se detiene
Por Edward Morgan Foster
En Naturaleza Indómita no solemos publicar textos literarios de carácter artístico y el siguiente relato sería una de las pocas excepciones a esta regla. Lo que lo hace digno de mención no es sólo la crítica, bastante acertada, del desarrollo tecnológico que conlleva, sino que, además, dicha crítica fuese realizada de forma visionaria en una época tan temprana como la primera década del siglo XX. Su autor, sorprendentemente, logró pronosticar muchos detalles y aspectos de la sociedad tecnológica moderna actual, mucho antes de que sucediesen en realidad o fuesen evidentes para todo el mundo. Así, en el relato aparecen tecnologías que recuerdan mucho a los actuales ordenadores, Internet, telefonía móvil, viajes aéreos, casas “inteligentes”, etc. así como a los efectos de las mismas en el comportamiento y la sociedad humanos.
La pena es que el texto desprende cierto tufillo humanista. Aunque, a pesar de todo, hay que reconocer que, de hecho, el texto conlleva también alguna acertada crítica a precisamente algunos de los típicos defectos de razonamiento que suelen mostrar muchos intelectuales humanistas.